Hoy día los drones se han popularizado más allá de sus aplicaciones inicialmente militares, y se han convertido en una tecnología al alcance de prácticamente todos los bolsillos y con todo tipo de usos. Seguro que sabes que un dron es un aparato capaz de volar sin tripulación y controlado a distancia, pero ¿conoces todos los tipos de drones que existen?
El hecho es que hay muchas variedades de drones –cada vez más a medida que avanza la tecnología- y con todo tipo de aplicaciones. Tenemos drones según su uso para tareas como repartos de paquetería, vigilancia, rescates, para topografía, para control agrícola o de plagas, para fotografía o video, o simplemente como un elemento de ocio o un juguete, amén de sus usos militares.
Cómo se clasifican los drones
La tecnología en este campo avanza a pasos agigantados, y si pudiéramos viajar en el tiempo con el DeLorean del Doctor Emmett Brown tan sólo 10 años en el futuro, seguro que nos encontraríamos con nuevos diseños, nuevas tecnologías y nuevos usos para estos aparatos.
No resulta por tanto fácil hacer una clasificación de todos los tipos de drones que existen hoy día, pero vamos a mencionaros los tipos principales y más conocidos que podemos encontrarnos en la actualidad, según su diseño, su uso, su tamaño, o el tipo de público al que van destinados.
Índice de contenidos
Tipos de drones según aplicación
Básicamente a la hora de ver cómo se clasifican los drones podemos hacer una diferenciación básica entre dos tipos; por un lado tendríamos los drones de uso civil, que son hoy día los más usados y los que utilizaremos y veremos la gran mayoría de nosotros… salvo que tengamos contactos en el ejército.
Drones militares
Cuando el dron tiene un uso bélico, ya sean porque van armados y son usados como armas para realizar ataques aéreos, o para realizar tareas de vigilancia o espionaje dentro del ejército, hablamos de drones militares, que se denominan Unmanned Combat Air Vehicle (UCAV, a diferencia de los UAV civiles).
Son cada vez más empleados especialmente en las misiones más difíciles ya que permiten salvaguardar la vida del piloto y son también más económicos, maniobrables y pequeños que un avión convencional. Un ejemplo de un dron militar sería el General Atomics MQ-1 Predator, usado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, aunque el coste de cada uno de estos aparatos ronda los 5 millones de dólares. Como veis, no es apto para todos los bolsillos.
Drones civiles
En cuanto a los drones civiles (Unmanned Air Vehicle, en inglés) se diferencian por no estar destinado a usos militares, y su uso cada vez es mayor para todo tipo de funciones, desde trabajos de cartografía, vigilancia y seguridad, para fotografiar o grabar paisajes, para transporte, etc etc.
De hecho y aunque los drones en su origen nacieron a inicios del siglo XX como una invención para uso puramente militar, y así siguió siendo hasta prácticamente los años 90, hoy día los drones civiles superan ampliamente a los militares tanto por número de unidades como de modelos.
Método de generar la sustentación
Drones de ala fija
Los drones de ala fija se asemejan a los aviones que todos conocemos, y se caracterizan por tener alas que están encastradas con el resto de elementos de la aeronave y que no poseen movimiento propio. Al igual que los aviones, generan la sustentación gracias a su perfil aerodinámico, teniendo incluso la capacidad de planear, por lo que pueden permanecer durante mucho más tiempo suspendidos en el aire y además hacen menos ruido, pero también son incapaces de mantenerse estáticos sobre un punto fijo.
Dentro de los drones de ala fija nos encontramos a su vez con drones de ala alta, media y baja, según su ubicación en el fuselaje; además están también los drones de ala volante o delta, en los que el ala conforma la mayor parte del fuselaje del aparato hasta prácticamente no diferenciarse, ofreciendo con este diseño una gran maniobrabilidad y una resistencia aerodinámica muy baja.
Drones multirrotor
En el caso de los drones multirrotor –que son los que generalmente nos vienen a la mente hoy día cuando pensamos en drones- suelen ser cuadricópteros (4 rotores con hélices), aunque los hay que tienen 6 (hexacópteros) o incluso 8 hélices (octocópteros).
Si nos vamos al lado contrario también los encontramos de sólo tres hélices (tricópteros), de dos rotores (bien colocados uno encima del otro en configuración coaxial, o bien en tándem), e incluso de un solo rotor: son los llamados singlecopter, que aunque poseen una estructura muy simple, son también muy difíciles de manejar.
Y es que en el caso de los drones multirrotor nos encontramos con un axioma: a mayor número de rotores, mayor potencia de impulso y maniobrabilidad y también mayor estabilidad.
En el caso de los cuadricópteros, que es uno de los tipos más extendidos, tenemos dos hélices que giran en el sentido de las agujas del reloj y otras dos que giran en el otro sentido, creando así la fuerza de empuje necesaria para elevar el dron.
Son drones que tienen una gran versatilidad y que se pueden mantener en el mismo sitio sin variar la posición, gracias a sus giroscopios y estabilizadores, lo que resulta ideal para fotografía y video. Además pueden despegar y aterrizar casi desde cualquier sitio.
Sin embargo su principal inconveniente es que su consumo de energía es mayor que el que tienen los drones de ala fija, ya que al contrario que éstos no generan sustentación aerodinámica y dependen del funcionamiento continuo de sus rotores para mantenerse en el aire: esto repercute en su autonomía, aunque se están realizando grandes avances también en este campo y ya nos encontramos con drones a precios asequibles capaces de volar durante 20 ó 30 minutos.
Según el método de control
Dentro de esta clasificación existen los drones autónomos, que no necesitan de un piloto humano que los controle desde tierra y que por el contrario utilizan sus propios sistemas y sensores para realizar una ruta. Lo contrario sería un dron controlado remotamente (RC), que es manejado por una persona mediante un mando o consola de control.
Un término medio entre los dos anteriores sería el dron monitorizado, que lleva a cabo un vuelo autónomo en el que el humano no interviene directamente, aunque sí puede solicitarle que realice determinadas acciones en función de la información que le va suministrando el dron.
Lo opuesto a este tipo de dron sería un dron preprogramado, en el que el dron tiene un plan de vuelo prefijado sin que pueda responder a ningún cambio o solicitud hecha por un humano. También nos encontramos con drones supervisados, que son manejados por un operador aunque el dron puede desempeñar algunas tareas de forma autónoma.
Según uso y equipamiento del dron
Drones para principiantes
Suelen ser drones de precios bajos que se compran para iniciarse en el mundo de los drones y del RC en general por parte de aficionados; cada vez son más los que incluyen una cámara de más o menos calidad, y algunos tienen incluso la posibilidad de ser controlados a través de nuestro teléfono móvil.
Su precio oscila entre los 15 y los 75 euros aproximadamente, pero su autonomía no obstante es limitada y varía entre los 5 y 10 minutos dependiendo del tamaño, peso, tipo de motores y capacidad de las baterías, siendo muy recomendable para este tipo de drones comprar más de una batería.
Drones para niños
No es la primera vez que drones inicialmente diseñados para niños, e incluso comprados para niños, han acabado siendo usados por adultos. Y es que no es fácil hacer una distinción de edad cuando hablamos de drones comprados como hobby y de tamaño limitado.
En general los drones destinados a niños suelen tener un tamaño pequeño y una autonomía limitada, siendo preferentemente de uso interior. Deberemos comprobar antes de adquirirlo a partir de qué edad está recomendado su uso, y en cualquier caso siempre que el niño vuele un dron deberá hacerlo bajo responsabilidad y vigilancia de un adulto.
Como consejo general, el mejor dron para los niños es el que se adapte a su edad, sus habilidades y a lo que quiera gastarse la persona que se lo regale (generalmente sus padres). Lo principal aquí es la seguridad, así que cuando hablamos de niños pequeños es muy recomendable que el dron no incluya piezas pequeñas que puedan soltarse y que las hélices vayan completamente protegidas.
Drones con cámara
Gracias al avance de la tecnología y a la reducción de los costes de fabricación, hoy día la mayoría de los drones que se venden en el mercado incorporan ya una cámara, aunque ésta obviamente repercute en la autonomía del dron y además no siempre es de buena calidad.
Por unos 20 euros o incluso menos podemos adquirir un dron con cámara incorporada y una autonomía limitada, aunque obviamente se nos va a quedar muy lejos del DJI Mavic Pro.
Drones con control FPV
FPV son las siglas de First Person View, y lo que nos permite esta tecnología es ver en primera persona lo que está viendo nuestro dron, generalmente emitiendo una señal WiFi que recibiremos en nuestro smartphone.
Lo habitual es que tengamos que descargarnos una aplicación en nuestro teléfono móvil que conectaremos con la señal del dron para poder ver las imágenes en tiempo real en la pantalla de nuestro teléfono.
Existe además otra opción cada vez más extendida que es la posibilidad de ver las imágenes de la cámara del dron mediante unas gafas de realidad virtual, aunque la calidad de la experiencia dependerá tanto de la cámara que lleve montada el dron como de la calidad de la señal WiFi, siendo recomendable que transmita a 5,8 GHz.
Drones con GPS
Un dron con GPS emplea los satélites para geolocalizar su posición y calcular con total precisión en qué punto exacto se encuentra; esto nos permite realizar un vuelo autónomo prefijando unos puntos de una ruta concreta por la que queremos que pase, así como realizar un control de posición en un punto y altitud determinados.
Otra opción que incluyen los drones equipados con GPS es la llamada Return Home, que les permite regresar a un punto prefijado –habitualmente el lugar donde inició el vuelo- cuando termina su recorrido o incluso cuando se les está acabando la batería. Podemos encontrar drones equipados con GPS a partir de unos 160 euros en adelante.
Drones según su rango
Aquí nos encontramos con los llamados drones de rango muy cercano, capaces de volar hasta 5 kilómetros de distancia con un tiempo de vuelo de entre 20 y 45 minutos. Les siguen los de rango cercano, capaces de volar hasta 50 kilómetros y que suelen usarse en misiones de vigilancia.
Los drones de rango corto pueden volar hasta 150 kilómetros de distancia –lo cual no está pero que nada mal- y son usados en misiones espía o de reconocimiento; y por último tenemos los drones de rango medio, que pueden abarcar un área de hasta 650 kilómetros.
Drones según su tamaño
Atendiendo a su tamaño, clasificamos los drones en micro drones, cuyas dimensiones llegan hasta los 50 centímetros de largo y que tienen en el caso de los más pequeños (los nano drones) una estructura en forma de insecto, usándose frecuentemente para tareas de espionaje.
Les siguen los mini drones, que van desde los 50 centímetros hasta los 2 metros de largo y que suelen ser de ala fija, como el US Aero Vironment usado por el ejército de los EE.UU.
De mayores dimensiones son los drones de tamaño medio o tácticos, con entre 5 y 10 metros y que pueden transportar cargas útiles de 100 a 200 kg. Un ejemplo sería el Thales Watchkeeper WK450 británico.
Por último estarían los drones de gran tamaño o estratégicos, con dimensiones comparables a las de aviones pequeños o cazas a reacción, y que suelen tener usos estrictamente militares y un peso superior a los 600 kilos. Ejemplos de estos últimos serían el ya mencionado General Atomics MQ-1 Predator o el avión de vigilancia Northrop Grumman RQ-4 Global Hawk. Cada uno de estos últimos por cierto mide más de 14 metros y cuesta más de 220 millones de dólares… Casi nada.
Drones aéreos, drones acuáticos y drones terrestres
Cuando pensamos en drones seguro que estamos pensando en un aparatito volando por los aires, ¿verdad? Pero curiosamente, el que está considerado por muchos como el primero en idear los drones, el inventor Nikola Tesla, cuando pensó en estos aparatos no sólo habló de vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés), sino también en acuáticos y terrestres.
De hecho, actualmente existe un creciente número de usuarios que está decantándose por el grupo de los llamados drones terrestres; se trata de pequeños aparatos dirigidos por control remoto que pueden alcanzar velocidades nada desdeñables –cercanas a los 20 kilómetros por hora– y que además tienen la ventaja de tener una autonomía muy superior –hasta 3 ó 4 veces mayor- que la de los drones aéreos de precio equivalente.
Los drones terrestres pueden correr, saltar, y por supuesto tienen cámaras que conectadas mediante WiFi a nuestro smartphone pueden transmitir en tiempo real todo lo que ven y graban. Su creciente aceptación entre el público ha llevado a que muchos fabricantes ya se estén animando a lanzar otras opciones, como los drones acuáticos, de los que sin duda hablaremos en un futuro cercano.
Además de esta clasificación, también nos encontramos con otros tipos de drones que mencionaremos brevemente para no extendernos más, y que incluyen los drones de interior y de exterior, los drones de competición y/o acrobáticos, los drones que funcionan a base de gasolina o nitro, los drones para usos comerciales de todo tipo, los drones de carga (capaces de transportar envíos y paquetes de hasta un kilo de peso), los drones de vigilancia y seguridad (habitualmente con vuelos programados), los drones para fotogrametría (para topografía y cartografía en 3D), o los drones fumigadores… entre otros muchos.
Y tú, ¿qué tipo de dron es el que buscas?